
Descubre la relación entre el policonsumo de alcohol y cocaína, sus causas y cómo superarlo. Este artículo te brinda información valiosa desde una perspectiva psicológica. Aprende sobre los factores psicológicos y neurobiológicos que influyen en esta intersección de adicciones, así como estrategias efectivas para dejar tanto la cocaína como el alcohol. Recupera el control y encuentra el camino hacia una vida libre de adicciones.
En el mundo de las adicciones, el consumo de alcohol y la dependencia de la cocaína a menudo parecen estar estrechamente relacionados en un fenómeno conocido como policonsumo. En este artículo, exploraremos por qué las personas que beben alcohol tienen una mayor propensión a consumir cocaína y cómo pueden superar estas adicciones duales. A través del análisis de los factores psicológicos y neurobiológicos que influyen en el policonsumo y las estrategias efectivas para dejar tanto la cocaína como el alcohol.
Es muy frecuente escuchar a un adicto decir que el solo queria beber una cerveza pero cuando se quiso dar cuenta ya estaba esnifando cocaina compulsivamente y no podia parar. ¿Por qué ocurre esto?
Entendiendo la adicción a la cocaína y el alcoholismo:
Antes de explorar la relación entre el policonsumo de alcohol y cocaína, es importante comprender cada una de estas adicciones por separado. Tanto la adicción a la cocaína como el alcoholismo son trastornos crónicos que afectan tanto la salud física como mental de quienes las padecen. La adicción a la cocaína se caracteriza por un deseo compulsivo de consumir esta droga estimulante y experimentar sus efectos eufóricos. Por otro lado, el alcoholismo implica una dependencia del alcohol, con dificultades para controlar su consumo y la aparición de síntomas de abstinencia.
Factores psicológicos que contribuyen al policonsumo
Varios factores psicológicos pueden influir en la relación entre el consumo de alcohol y la cocaína, en el contexto del policonsumo. Uno de ellos es el fenómeno conocido como "polisustancias", donde las personas buscan intensificar los efectos de una droga con otra. En este caso, el alcohol puede servir como un "potenciador" de los efectos de la cocaína, lo que lleva a un policonsumo más frecuente.
Además, existe una relación bidireccional entre el estrés y el policonsumo de sustancias adictivas. Tanto el alcohol como la cocaína pueden funcionar como mecanismos de afrontamiento ante el estrés y la ansiedad. Cuando una persona que consume alcohol se siente abrumada emocionalmente, puede recurrir a la cocaína para contrarrestar los efectos sedantes del alcohol y mantenerse activa.
Bases neurobiológicas del policonsumo
A nivel neurobiológico, el consumo simultáneo de alcohol y cocaína activa los sistemas de recompensa en el cerebro, liberando neurotransmisores como la dopamina, que producen sensaciones placenteras y refuerzan la conducta adictiva. Estas sustancias también afectan el sistema de control inhibitorio, lo que dificulta la capacidad de resistir los impulsos y tomar decisiones saludables.
La interacción entre el alcohol y la cocaína en el cerebro puede intensificar la recompensa y la gratificación, generando una asociación poderosa entre ambas sustancias. El resultado es una mayor dificultad para dejar tanto la cocaína como el alcohol, ya que la ausencia de uno de ellos puede desencadenar el deseo y la compulsión por el otro.
Estrategias para superar el policonsumo
A pesar de la complejidad del policonsumo, existen estrategias efectivas para superarlo. En primer lugar, es esencial buscar apoyo profesional a través de un psicólogo o terapeuta especializado en adicciones. Estos profesionales pueden brindar orientación individualizada y terapias específicas, como la Terapia Cognitivo-Conductual, que ayudan a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos asociados con el consumo de sustancias.
La participación en grupos de apoyo, como Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos, también puede ser beneficiosa. Estos grupos ofrecen un entorno de apoyo mutuo, donde las personas comparten experiencias similares y brindan aliento durante el proceso de recuperación.
Además, adoptar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular, una dieta balanceada y técnicas de manejo del estrés, como la meditación o el yoga, puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el bienestar general.
Conclusion
El consumo de alcohol y la adicción a la cocaína a menudo se entrelazan debido a factores psicológicos y neurobiológicos. Las personas que beben alcohol pueden encontrar en la cocaína un medio para intensificar los efectos placenteros o contrarrestar los efectos sedantes del alcohol. Sin embargo, con la ayuda adecuada, es posible superar este policonsumo. Buscar apoyo profesional y participar en grupos de apoyo, junto con la adopción de un estilo de vida saludable, son estrategias clave para dejar tanto la cocaína como el alcohol. Recuerda que la recuperación es un proceso gradual, pero con determinación y apoyo, es posible lograr una vida libre de adicciones.
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